VOLCANIC WINE. CATA BY JAVIER MOLINA

Volcanic wine Bodegas Naranjo cata Javier Molina Sumiller

Bodega y zona.

Hoy nos vamos a Ciudad Real, a Bodegas Naranjo, ubicada en la comarca de Campo de Calatrava, más concretamente en Carrión de Calatrava. Se trata de una zona con una de las características terrestres más llamativas en Castilla-La Mancha, su relieve volcánico. Los cráteres y lahares (restos volcánicos, que dan nombre a varios de sus vinos), así como los hervideros (manantiales de agua con gran riqueza mineral), es la tierra elegida para esta bodega con tanta historia. Fue fundada en 1898 y en la actualidad está regentada por la quinta generación (Ramón Muñoz) y por la sexta generación (Patricia y Javier Muñoz).

He tenido la suerte de visitarlos y la atención ha sido exquisita y he conocido el buen hacer de la familia. Participé en una cata de todas sus referencias, entre las que se encuentran vinos acogidos a la D.O. Mancha, vinos con I.G.P. (Indicación Geográfica Protegida) Tierra de Castilla del Campo de Calatrava, así como vinos espumosos bajo la Marca de Calidad Diferenciada “Cueva”. Por supuesto no puedo dejar de mencionar que dicha degustación se realizó en una de las salas de cata más llamativas y grandes que he conocido. Uno de los emblemas de la bodega es la nave de tinajas, que data de principios del siglo XIX y que demuestra que estamos ante una de las bodegas de La Mancha con más historia.

Entre sus elaboraciones podemos encontrar vinos blancos con variedades como Airén, Macabeo, Moscatel seco de grano menudo, Moscatel de Alejandría y Sauvignon Blanc, así como Tempranillo y Syrah para los vinos tintos.

Una vez realizada la visita y la degustación de todos sus vinos, recuerdo con mucho agrado el rato que pasamos en esa sala de cata, que pasó a ser una sala de reunión, donde aparte de comer y beber genial, fuimos agraciados con música en directo y pasamos una tarde estupenda, donde pudimos conocer aún más a fondo a la familia “Naranjo”.

De acuerdo con la bodega y mi humilde opinión, acordamos que para este reportaje escogiéramos Lahar de Calatrava, un vino blanco elaborado con Moscatel de Alejandría (origen en el norte de África, asociado a los antiguos egipcios y conocida también como “vid antigua”) y Macabeo (también conocida como Viura).

Cata personal.

* A la vista, tenemos un vino con un amarillo pálido, con tonos verdosos y con un ribete casi transparente. Observamos que es brillante, bastante limpio y ligero, lo que ya nos está “avisando” de que tenemos un caldo muy fresco y joven en la copa.

* En la fase olfativa es imposible no hacer hincapié en esos aromas con mucha carga frutal. Una vez empezamos a oler nos vienen recuerdos a fruta tropical, donde destaca muy por encima la piña. A mí, personalmente, esos matices verdosos que observamos en la fase visual me llevan a los aromas de un producto más asociado a la coctelería y la repostería: la lima Kaffir (más ácida pero más “fresca” que la lima habitual). Una vez “abierto” o “roto” el vino en la copa, esa piña pasa a un aroma más “dulce” que me recuerda al litchi y con un fondo herbáceo que me evoca un jardín repleto de rosales.

* En la fase gustativa también destaca la fruta tropical, donde la carga frutal muy intensa, una sensación untuosa, un paso largo y una persistencia muy marcada, pasa a una acidez mínima y muy agradable, con taninos golosos. Al igual que en nariz, empezamos con una sensación muy grande de almíbar de piña y poco a poco nos va dando paso a un punto algo más delicado y no tan “sabroso” como el litchi, la pera y frutas blancas. Una vez hecho el retrogusto y analizando el paso por boca, tendrás un toque ácido y floral muy agradable y persistente que hará que no tardes en volver a tomar otro trago.

He de añadir que estamos ante un vino muy fresco y agradable, que tanto a los que nos dedicamos a ello como a los que no, no deja indiferente. De cara al buen tiempo que viene es una buena opción. Tengo la suerte de conocer y haber trabajado con un gran amigo mío, y de esta revista www.Brandtenders.news, que es José Antonio Guio el cual me enseñó a abrir la mente y ser creativo, así que vamos a aplicar este Lahar de Calatrava a una elaboración que voy a llamar: Falernum Volcánico, hecho con: una botella de Lahar, ralladura de lima kafir, bayas de pimienta, canela, ralladura de jengibre, sirope de agave y anís estrellado; una vez colado y embotellado podremos darle un toque diferente a cualquier coctel Tiki, pero yo he creado “Molina en Bambú”, elaborado con Mezcal, reducción de piña y jengibre, Falernum Volcánico, sirope de Flor de Sauco y zumo de lima.

Decir que cualquiera al que le apetezca conocer la bodega y sus vinos sólo tiene que entrar en www.bodegasnaranjo.com y estoy seguro que pasaréis un rato más que agradable.

Como siempre, dar las gracias tanto a la propia bodega como a su director comercial, Manuel del Moral, y su distribuidora en Toledo, www.angelsegoviavinos.com, con Angel Segovia al frente, donde podréis encontrar todas las referencias de esta gran bodega.

Por último, seguir poniendo en alza la gran labor de los propietarios de Brandtenders, incansables en su propósito de dar voz a marcas, profesionales, bodegas, etc… de la hostelería. Gracias Sergio Calvo y Pablo Melián.

Foto tomada desde la ladera de uno de los lugares más emblemáticos de Toledo, el Cerro del Bú. Desde allí se puede observar gran parte del casco histórico (bien custodiado por el Alcázar), una zona a la que los “bolos” (toledanos) siempre hemos llamado “los patos” (donde se encuentra el barco-pasaje que cruzaba el Tajo), el principio de un paseo muy bonito (senda ecológica) y también podemos ver el río Tajo a su paso por el Puente de Alcántara y el Castillo de San Servando. Sólo puedo utilizar una expresión muy típica de la ciudad: “el mejor sitio, bolo”.

<< Viva el buen vino, que es gran camarada para el camino >>
(Pío Baroja)