Elaborado con vino de Jerez a base de uva palomino del singular pago de Macharnudo, macerado con botánicos de la bahía de Cádiz y con algas autóctonas del litoral, Garvey es el nuevo vermut marinero de bodegas Fundador que arrasa en el aperitivo
Un vermut rojo que cuenta con una ligera nota salina gracias al propio terruño, a las brisas de poniente y levante y que se degusta con hielo y un twist de naranja.
Suave y aromática uva palomino procedente del singular pago de Macharnudo, romero, salvia y genciana, botánicos gaditanos, algas autóctonas del litoral y el punto auténtico y especial de la brisa atlántica con sus vientos de poniente y levante, son los elementos que aportan al nuevo Vermut Marinero Garvey una paleta de aromas y sabores sin precedentes. Unos atributos que lo convierten, con un característico toque salino, en el primer vermut del mar del mercado.
Precisamente por su frescura, con esas pinceladas salinas que vienen del propio terruño en el que crecen las uvas con las que se elabora y de una ligera maceración con los botánicos y algas del litoral como fucus, codium o ulva, el Vermut Marinero Garvey no pasa desapercibido y es perfecto para disfrutar del aperitivo como nunca.
Sus notas cítricas y a frutas blancas, con los matices de sus botánicos y los toques minerales de brisa, algas y plancton, dejan un retrogusto entre el suave amargor y lo marino que no deja indiferente y que sofistica, sin pretensiones, cualquier picoteo entre amigos.
En palabras de Mark Pockele, Director General de Maxxium España (distribuidor), y de Ángel Piña, Chief Commercial & Marketing Officer de Grupo Emperador, al que pertenecen las Bodegas Fundador, Vermut Marinero Garvey es “una propuesta que nace por y para el consumidor que disfruta del momento del aperitivo y busca algo diferente, rompedor y muy cualitativo para sorprenderse y sorprender a sus amigos”.
El regalo ideal para amantes del vermut
Un faro, el intenso azul del océano, la arena, la playa. La botella de Vermut Marinero Garvey es una escapada en sí misma, un homenaje a la esencia de Cádiz, un traslado, en un abrir y cerrar de ojos, a la suavidad del clima del sur, a la alegría de su ambiente, de sus gentes, a lo amplio y rico de su gastronomía compartida con los más allegados.
El aperitivo con más duende se disfruta servido con hielo y un twist de naranja.