El hielo no es solo un elemento para enfriar cócteles, sino una herramienta fundamental que influye en la textura, dilución y presentación de cada bebida. Elegir el tipo de hielo adecuado es clave para controlar la temperatura sin comprometer el equilibrio del cóctel.
Tamaño y forma: Desde esferas hasta bloques tallados, cada tipo de hielo tiene una función específica en la experiencia sensorial del cliente.
Calidad del agua: Un hielo limpio y cristalino evita sabores indeseados y mantiene la pureza del cóctel.
Control de la dilución: Un hielo bien trabajado permite una fusión gradual con los ingredientes, realzando los sabores sin aguar la bebida.
Dominar el uso del hielo es tan importante como seleccionar los ingredientes adecuados. No es un simple complemento, sino un elemento esencial en la coctelería profesional.
