En 1875 un inmenso incendio asoló el barrio de Liberties en Dublín arrasando el almacén de Malone’s que contenía5.000 barriles de whiskey. Mientras las llamas se desataban, el chillido de un cerdo alertó a los vecinos del peligro, logrando que no fuese una tragedia insalvable. Así, gracias al cerdo y por supuesto en su honor, nació Flaming Pig, un whiskey marcado por el fuego.Además de romper moldes en cuanto a vocación y estilo, Flaming Pig también se salta las normas en la elaboración. Así, normalmente, las barricas se carbonizan del nivel uno al cuatro, perola audacia con la que Flaming Pig es concebido hace que sea añejado durante seis meses en barricas de bourbon extra carbonizadas hasta el nivel 5.
Sin duda, el fuego es el verdadero secreto de este whiskey premium: desde su origen, hasta su envejecimiento.
Dada su versatilidad y su carácter positivo, enérgico y divertido, Flaming Pig también es el ingrediente perfecto en coctelería, convirtiéndose en su aliado más audaz; una explosión de sabor gracias al fuego.
Rindiendo homenaje a los héroes anónimos,como el valiente cerdo deesta historia, ya los inconformistas de cada día, a los que forjan su propiocamino en el mundo, Flaming Pig es para todos aquellos que brindan porlo audaz y que disfrutan compartiendo conamigos y familiares, siemprecon una sonrisa.¡Ya sea a sorbos o a tragos, que sea un cerdo!











