José Méndez
Head Bartender El Patio de Mi Casa. Tenerife
En los bares, algunas veces la gente dice cosas, y otras veces es el whisky hablando. Es difícil discernir quién habla. (Thomas Shelby)
En pleno corazón de Birminghan, años 20, Sentados en la barra del Garrison, escuchamos a Polly Gray, matriarca de los Shelby pedirle a nuestro compañero que la sorprenda. Ni cortos ni perezosos entramos a escena para recoger el relevo de tremendo reto y en un alarde de destreza preparamos lo que para mi seria el trago perfecto para quien fue en muchas ocasiones el cerebro de la familia.
Escogimos cuidadosamente nuestra cristalería entre muchas opciones de la casa Libbey, ginebra en mano,la única del Garrison, la Peaky Blinders Spiced Gin por supuesto, con vodka negro Eristoff, un dash de Humo, un licor de jalapeño tostado impresionante que le dará el carácter de la familia ( mi licor preferido), Supasawa, unas escamas de sal de lanzarote y top de soda casera de zarzamoras y frutos rojos.
De garnish hemos escogido cuidadosamente unos pequeños crisantemos blancos de nuestro propio jardín, aportando elegancia y aromatizando nuestra copa,serán como el broche de la solapa de nuestro traje. Polly se acerca, nos mira, coge con elegancia nuestra copa y le da un pequeño sorbo. Aún la veo mirarnos levantando una ceja y esbozando media sonrisa. Sin decir más se lleva su copa a la mesa de la familia, por el camino nos pide que nos tomemos un whisky a la salud de los pu**s Peaky Blinders.
Desde la barra disfruto de mi copa mientras admiro su impecable presencia. Trajes perfectamente ajustados. Cuellos sin una sola arruga, sin una mancha, su reloj, sus zapatos, esa actitud de que se mucho más de lo que digo. Me hace recordar esa maravillosa época en la que nos decían los aristócratas de la barra.
Va por los pu**s Peaky Blinders,por la tía Polly y la actriz que la interpretaba, Helen Elizabeth McCrory, a la que perdimos como a muchos seres queridos por el Covid. Te echamos de menos. Brindamos por ti allá donde estés.
