Su nombre es de The Bletchley y está inspirado en Alan Turing y Sherlock Holmes. Recientemente abrió en Chelsea, Londres, y se esconde detrás de una puerta secreta en el sótano de un gastropub. Para acceder, necesitas reservar previamente tu ticket “por cuestiones de seguridad nacional”, afirma la persona que te atienda al teléfono, quien, junto con sus demás compañeros, nunca sale de su personaje.
Una vez dentro, en un espacio lleno de fórmulas, aparatos y teléfonos, tienes que armarte de una chamarra del ejército y sentarte en una mesa. Te proporcionarán un informe de agente y una máquina Enigma —un mecanismo de cifrado que utilizan durante la Segunda Guerra Mundial—. Ahí es donde empieza lo bueno: tendrás que completar una serie de tareas, que se irán poniendo más difíciles conforme avances.
El proceso incluye olfatear distintos aromas en tubos de ensayo hasta dar con tu favorito. Pero no te preocupes, mientras logras resolver el misterio no tendrás sed: a la entrada, ofrecen un trago de bienvenida a base de proseco que te acompañará durante todo este proceso. El siguiente paso es comunicarle al mixólogo tus respuestas a través de un sistema de radio, y éstas le ayudarán a conocer tus preferencias.
El boleto cuesta 30 libras —una cantidad justa considerando los precios londinenses y la original experiencia que conlleva — e incluye tres tragos. Según se dice, todos los cócteles son únicos e irrepetibles: se realizan con base a tu personalidad, tus gustos y deseos que comunicas a través de la máquina Enigma. La falta de menú obliga a los clientes a salir de su zona de confort y sumergirse en su rol.
Desde que fue anunciado este proyecto, más de 7,000 personas se inscribieron a la lista de espera, así es que si planeas viajar a Inglaterra y estás interesado en vivir esta experiencia, más vale que tomes tus precauciones y reserves con tiempo. La mente detrás de este proyecto es Seb Lyall, un empresario experto en crear espacios con personalidad, como ABQ, un bar inspirado en la serie Breaking Bad, y Bunyadi, un restaurante nudista.
Se podría decir que el éxito de este tipo de conceptos radica en que la gente está buscando nuevas sensaciones más allá de simplemente tomar una bebida en algún lugar bonito: “La definición del lujo está cambiando para la gente joven, ya no se trata del mejor cóctel o platillo, sino de la experiencia”, afirmó Lyall. “El factor sorpresa es muy importante. Estamos aburridos, sobre todo las nuevas generaciones”, concluyó.
Fuente: The bar