¿Hacia dónde camina el Jerez? ¿Será capaz Jerez de apuntarse al carro de la digitalización? ¿Sigue viva la llama de la Sherry Revolution?.
Se acerca el final de año y toca recapitular y comentar lo que vendrá con el 2018.
El optimismo es siempre una ventaja y debemos lanzar un primer grito al viento ¡ Viva la #SherryRevolution !… el resurgir del vino de Jerez continua su marcha por todo el mundo. Hemos visto por vez primera desde hace años datos positivos en las estadísticas de venta y eso debe alentarnos a todos. Jerez es ahora un atractivo para nuevos proyectos bodegueros que traen consigo la aparición de nuevas marcas, la recuperación de otras, el acicalado de cascos bodegueros, fachadas y calles que pronto olerán de nuevo a vino, Jerez está de moda, ¡es nuestro momento!.
A pesar de que los datos de consumo se mueven lentamente, hemos cambiado la tendencia en España y crece el consumo interno, dato que incluye a Jerez donde vemos que el consumo comienza a desestacionalizarse gracias en parte a un creciente interés por la autenticidad y la calidad. El pan, las verduras y frutas que tienen sabor, la cocina de fuego lento, lo auténtico gana la partida a la rapidez y la perfección.
Este mundo acelerado es la antítesis de Jerez donde el tiempo es el aliado perfecto en la Bodega y donde casi todo está pensado para el largo plazo.
Pero las tendencias y las modas cambian y esa inquietud, esas ganas de innovar, a veces solo mirando al pasado, están haciendo que también haya hoy un Jerez casi efímero por su juventud y frescura que reivindica vinificaciones de estilo tradicional, tratando de que la tierra y la viña estén más presentes, haciendo que las nobles varietales que ya se extinguieron, regresen.
2018, debe traer proyectos nuevos basados en esas ganas por redescubrir Jerez y su campiña, pero también Cádiz con el resto de opciones vinícolas que sumarán autenticidad y grandeza ya que son innovaciones basadas en la historia y el suelo. Ese suelo al que la tendencia también “mima” más que nunca. La conciencia sostenible llega para quedarse también en Jerez, investigación al servicio de la naturaleza, árboles que repueblan la campiña y la dotan de vida y de sombra más que necesaria en los largos estíos que vivimos.
La gastronomía seguirá siendo la gran aliada para que nuestros vinos se sienten en los mejores restaurantes, copen las barras más modernas y, por supuesto, sigan en tabernas, tascas y tabancos, alegrando tertulias y engrandeciendo un plato de buen “potaje” o la “espuma de erizo de mar “más sabrosa. Grandes proyectos llegan a Jerez, jóvenes chefs se consolidad y todos abanderan a Jerez y sus grandes posibilidades en este bonito mundo de las armonías. “Flor” que se come, vinos sin encabezar, sacas especiales, selecciones en Bodega, todo vale para hacer vivir al comensal experiencias únicas e irrepetibles.
Si algo prevalece e incluso se refuerza en esta era digital que vivimos es la búsqueda de experiencias y de sensaciones que todos buscamos cuando consumimos algo, sea lo que sea; conducimos, viajamos, comemos y por supuesto bebemos.
En esto de las experiencias Dios fue generoso con este punto del planeta y nos ha dado un “cajón” de ellas. Experiencias que ofrece la provincia de Cádiz que nos deben servir de acicate para hacerlo cada día mejor, para cuidar al máximo las fuentes de estas experiencias, para no dejarnos llevar y seguir siendo auténticos y leales en todo.
Lo mejor es que en todas y cada una de estas experiencias los vinos de Jerez nos acompañan, su historia y su versatilidad hacen que todo concluya en Jerez. Hay además sitio para todos, estas experiencias son el mejor camino para que Jerez siga ganando embajadores por doquier.
Este “story telling“ de lujo y casi inagotable, nos une además al fenómeno de la digitalización y supone la manera más eficaz de alcanzar el ansiado “engagement“ y la posterior “viralización” que nos hará conquistar las Redes Sociales y por tanto el mundo.
En lo puramente enológico, el año entrante nos debe traer novedades de sumo interés. Ahora que han desaparecido algunos “corsés” y que el mercado cambia con mayor agilidad, Jerez debe estar a la moda. Ahora que nos encontramos en la era digital y que la comunicación es bidireccional tenemos la oportunidad de dialogar con miles y miles de personas que están detrás de un smart phone, el Jerez debe escuchar para alinearse, por supuesto defendiendo su esencia, con las tendencias. Vinos más ligeros de alcohol, también vinos con más carácter e incluso con aporte de botánicos llegarán para facilitar el paladar de los más jóvenes que han de acercarse a Jerez con descaro y tiento, pero sin miedo.
La viña, el “terroir” y los famosos pagos tendrá también mucho que decir. El origen importa y mucho y genera mágicas diferencias que hacen más rico a Jerez.
Jóvenes enólogos siguen aflorando con esfuerzo, proyectos que poco a poco son realidades en las que vemos espumosos, vermús, etc. Vinos y licores que con las dotes exigidas de calidad y autenticidad, seguro que encontrar su mercado ayudados por este resurgir del Jerez que este año se consolidará un poco más en las cuentas de resultados de las Bodegas del marco.
El sol seguirá saliendo en 2018 con grandes expectativas para el vino en general y para el Jerez en particular. No faltan iniciativas de todo tipo, enoturisticas, gastronómicas, enológicas y sobre todo no faltan las personas que harán todo esto posible con la ayuda de Dios y la madre naturaleza.
Feliz y próspero 2018
José Argudo López de Carrizosa, Global Marketing Manager Tío Pepe
@argudoj
Créditos: Web Tio Pepe