Memento Mori CAB X RON

Hay copas que no se crean para venderse, sino para decir lo que uno no se atreve a contar. Este cóctel nació en un momento en que las palabras pesaban más que los vasos vacíos, Y entonces apareció CAB Ron, Caribean and Barbados Ron, con ese carácter indomable que te mira de frente y te obliga a ser sincero.

 

CAB Ron no busca agradar, no se disfraza de suave: es caña pura, trabajada con respeto, con historia y con alma. Tiene el cuerpo de los que han pasado tormentas y el corazón de quien aún cree en el fuego.

 

Por eso lo elegí para esta copa, porque el Silencio no va de callarse, va de escuchar lo que nos pasa sin huir, de aceptar que hay días en los que ni el mejor bartender puede esconder el cansancio,

pero aun así, prepara cada trago como si en él pudiera curar algo.

El sirope de Ume de Maison Routin 1883 aporta esa nostalgia dulce y ácida, como un recuerdo que duele pero enseña y la limonada de aceitunas de Le Tribute equilibra la mezcla con su toque salino, casi terapéutico. El resultado es una copa que no busca impresionar, sino hacer sentir. Se sirve en una cabeza con palabras grabadas como resiliencia y silencio. No por estética, sino por verdad. Porque todos, en algún momento, nos hemos servido un trago detrás de una sonrisa para no rompernos.

 

Este cóctel es un homenaje a eso: a quienes están del otro lado del mostrador, a los que abren la puerta, te atienden, te sonríen desde la otra mesa y aun así, están librando su propia batalla.

Personas que, por oficio y por amor, cuidan que tú lo pases bien mientras ellos aprenden a curarse.

 

Brindo por ellos. Brindo por los silencios que no se escuchan, por las manos que preparan sin temblar, y por los rones con carácter (y un poco CAB X Rones).

 

Gracias Carlos (oye_carlos_, por inspirarme a ponerle nombre a algo que todos sentimos, y por recordarme que, a veces, la mejor terapia es un trago honesto y una conversación verdadera.

 

Hoy entiendo que no hay silencio que dure para siempre, que cada trago tiene su historia, y que cada uno de nosotros está aquí solo un rato, intentando dejar algo bonito antes de irse.

 

Memento mori.