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LAND OF WINES by Javier Molina Rodríguez

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LAND OF WINES

(by Javier Molina Rodríguez, jefe de sala y sumiller de Restaurante Barrio, Toledo)



“Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra”
(El Quijote, Miguel de Cervantes).

Retomamos esta pequeña sección dedicada al vino recordando esta frase que escribió Miguel de Cervantes, viticultor y amante del vino, que en la actualidad estaría apenado por la situación que se está viviendo con el dichoso virus.

Para los que ya me conozcan (y a los que no, os recomiendo que visitéis mi presentación en mi primera colaboración con brandtenders.news  buscando “Soul of Wine”) sólo comentar que todos los vinos que aparezcan en esta sección los trabajo actualmente en el restaurante donde trabajo (www.barriorey.com).

Bodega y zona.

Hoy toca hablar de una bodega muy conocida en Toledo y alrededores (donde me muevo): Bodegas Arrayán, bajo la D.O. Méntrida. Está situada en Santa Cruz de Retamar, un pueblecito toledano al norte de la provincia, donde hace ya más de veinte años empezaron con plantaciones de Merlot, Syrah, Cabernet-Sauvignon y Petit Verdot, variedades con las que se elabora el vino de este artículo: Arrayán Premium 2011.

Antes de empezar, decir que he podido visitar la bodega y los viñedos, y no sólo es bonito el camino hasta llegar (puedes cruzarte con corzos, ciervos y rodeado de encinas y vegetación), sino la atención recibida por parte de los trabajadores, así como la profesionalidad y saber hacer y explicar de su enóloga desde 2009 (Maite Sánchez) hacen que la visita sea más que recomendable.

Actualmente y gracias (entre otras mil cosas) a Maite, están recuperando variedades autóctonas que se cultivaban antiguamente. Todo esto con la finalidad de hacer vinos experimentales (que ya están en el mercado) para estudiar su adaptación, calidad, etc. Por suerte, en una de mis visitas a la bodega, tuve la oportunidad de catar allí mismo dichas variedades. Me resultaron una pasada porque son variedades diferentes y difíciles de ver, como son la Garnacha Blanca, Garnacha Gris, Moravia, Mizancho, Bruñal y Rufete.

Cata personal.

A la vista, es un vino con una capa medio/alta y con bastante brillo. Bastante opaco pero con un ribete color granate muy marcado.

Después de airear un poco, tras mover la copa, vemos que estamos hablando de un vino con mucho carácter y volumen; el grosor y la lenta caída de la lágrima nos lo está marcando. No es raro ver pequeños posos propios del vino ya que no ha sufrido procesos como filtrado y clarificado, lo que a mi manera de ver hace que el vino sea una clara demostración de su origen de suelo arenoso y clima mediterráneo-continental.

En la fase olfativa

cabe destacar principalmente la grosella y la mora. Con el tiempo (está envejecido en roble francés durante 14 meses) ha ido marcándose mucho la fruta y dando elegancia a la madera. Es un vino complejo y muy llamativo y diferente en nariz.

Tras los primeros aromas, empiezan a aparecer tonos ahumados, tostados y especiados, donde destaco el chocolate y el café. A mí personalmente me recuerda un poco a almendra tostada e incluso algún recuerdo a regaliz. Tengo que hacer hincapié en que estamos ante un vino de la añada 2011, por lo que yo, personalmente, recomiendo abrirlo unos quince o veinte minutos antes de consumirlo para que salga toda su “alegría olorosa”.

En fase gustativa

tiene un paso verdaderamente sabroso, complejo y con mucho volumen. Es de esos vinos en los que el equilibrio entre fruta y madera hace que sea persistente, un tanto untuoso y a la vez con un punto fresco que incita a seguir con otro trago. Tras la primera impresión aparecen los tostados y ahumados, que también nos daba en nariz, destacando ese sabor de una barra de pan un poco pasada de tostada.

Marida perfectamente con carnes maduras, en adobo … Creo que con el saltado peruano de presa ibérica al wok que tenemos en la carta (está en la web) sería un disfrute garantizado.

Tras robaros tres o cuatro minutos, sólo queda dar las gracias tanto a Pablo Melián como a Sergio Calvo, ya no por dejarme participar en esta gran revista sino por el gran trabajo que están realizando apoyando a marcas, bodegas, barmans y demás profesionales de un sector tan necesario como bonito, la hostelería.

Por supuesto, también quiero dar las gracias a la bodega (recomiendo su visita que podéis concertar a través de su página web www.arrayan.es), que no dudaron en ser partícipes y colaborar, tanto conmigo como con el local en el que trabajo, a través de su director comercial Álvaro García y a Ángel Segovia, distribuidor de esta marca, que cuenta en su página web (www.angelsegoviavinos.com) con toda la gama de esta gran bodega, además de otras referencias.

¡¡¡ MIL GRACIAS !!!

“Llenaronse de regocijo los pechos porque se llenaron las tazas de generosos vinos, que cuando se trasiegan por la mar, de un cabo a otro, no hay néctar que se les iguale” (Miguel de Cervantes).

Javier Molina Rodríguez

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