Guayota, el diablo que vivía dentro de Echeyde

Amanece el 19 de Septiembre, un día que no olvidaremos. Ocurrió lo inevitable, lo que nos contaban nuestros mayores. Guayota, el diablo que vivía dentro de Echeyde (nuestro Teide) despertó. Nacía un nuevo volcán. Desde dentro el maligno lanza lava y cenizas para recordarnos su presencia. Achaman vendrá en nuestra ayuda y lucharán hasta que un día consiga volver a contenerlo y vuelva a brillar el sol. El pueblo canario llora por una desgracia. Arrasa con todo a su paso. Después de una vida luchando tenemos que ver caer las casas como castillos de naipes, no llora por las casas, al fin y al cabo son bloques y cemento. Llora por la perdida de nuestros hogares, nuestra forma de vida. Todos unidos y con un dolor común hemos empezado a movilizarnos para hacer llegar lo que sea necesario. Como siempre un ejemplo de unidad y hermandad. Desde casa intento expresar lo que pienso a través de mi trabajo.

En esta ocasión nuestra coctelera lleva la misma cantidad de tristeza que de esperanza. Con unas gotas del llanto del pueblo y mucho trabajo con el que conseguiremos salir adelante.

Elegimos un aperitivo como un nuevo comienzo. Una ginebra canaria con un perfil muy particular, Status Indica, con 40 grados, flores y frutas de nuestro archipiélago, hacen de ella una opción muy interesante, con licor de naranja tostada de mi tierra, de La Vieja Licoreria, mi propio vermut tinto no podía faltar y un amaro blanco de Luxardo. Con una pizca de sal de las salinas de la Caleta de Interian y todo ello ahumado con nuestro romero endémico.

Presentado en un una pequeña casa de cristal sobre unas manos unidas que representan la fuerza y unión del pueblo canario. Simulamos un pequeño jardín con flores frescas y chips de queso de cabra curado.
En esta ocasión el cóctel es lo de menos,lo que os espero trasmitir es el sentimiento de un pueblo unido.
¡¡¡ TODOS CON LA PALMA !!!.